domingo, 7 de febrero de 2010

PEQUEÑAS MARAVILLAS 2

TAZA, POCILLO DEL HOMBRE CONTEMPORÁNEO
Esta “Pequeña maravilla” de Alberto Palomera recrea el universo Duchampiano para mostrar la banalidad, mediocridad y sobre todo el vacío del hombre contemporáneo. La obra está compuesta de un rollo de papel higiénico y un asa de porcelana engarzada al frágil papel. El resultado, es una taza o pocillo sin fondo. Se podrían extraer muchas lecturas de esta sencilla obra (pero compleja idea) todos debemos saber, que menos es más y que una buena obra de arte es “el resultado sencillo de una idea compleja”. Podemos hablar de fragilidad de la sociedad actual, de porquería y suciedad, de decadencia, de soledad, de vacío…serían interminables los conceptos que nos sugiere la mera contemplación; el vértigo que nos produce, solo el pensar que al derramar líquido en su interior, no quedará una gota y si insistimos en beber, la autodestrucción está asegurada, el papel higiénico (he dicho bien, “higiénico”) limpiará todo rastro. Podríamos seguir, parece mentira que algo tan simple pueda dar pie a una tesis. Habrá que desarrollarla.

Para ilustrar esta “Pequeña maravilla”, hablemos un poco de “la fuente”:
El siglo XX asistió a una verdadera revolución del objeto artístico y, por tanto, de la obra artística y de su estatuto de objeto casi de culto. Los objetos cotidianos pasaron a tener un carácter artístico, al ser transformados por la demiurgia de Marcel Duchamp y sus ready-made en una ironía demoledora. Duchamp, adquirió este urinario masculino en un establecimiento de la Quinta Avenida de Nueva York, es del tipo Bedfordshire Plano, de porcelana, fabricado por J.L.Mott (el equivalente a Roca entre nosotros), lo firmó con el seudónimo de R. Mutt, y dándole un giro de 45 grados lo convirtió en una "Fuente", o en un Buda, o en la silueta de una virgen sedente con el niño. La obra titulada «Fontaine», la presentó a la exposición de artes de la Society of Independent Artists, en 1917.

PEQUEÑAS MARAVILLAS 1

LENGUA DE ÁNGEL
Los fósiles como el diente de tiburón gigante son considerados como verdaderas piedras mágicas, al creer que en su interior contienen alguna fuerza o poder especial que las hace capaces de atraer y mantener la buena suerte, sobre sus poseedores o portadores, son llevados como elementos de protección, portátiles y de uso individual o estáticos y de uso comunitario. Se les ha interpretado como una "glosopetra" una "piedra lengua de ángel" de forma milagrosa, eran utilizados como preventivo y como antídoto contra mordeduras ponzoñosas y envenenamientos por cualquier clase de veneno ingerido o inyectado y como fuerte elemento de protección.

LENGUA DE ÁNGEL

Esta “Pequeña maravilla” [portátil] de Alberto Palomera, interpreta este prodigio.

PRIMERA PARTE el Club de los Sentidos ENTREVISTA a ALBERTO PALOMERA



Primera parte de la entrevista realizada por el gran Jokin González a Alberto Palomera en La Haceria (Ribera de Deusto, 43, Bilbao, en el programa EL Club DE LOS SENTIDOS, el viernes, 5 de febrero a las 20,30h y se emite en Radio Popular el sábado de 21,00h a 23,00h. El Club de los sentidos, es el único show radiofónico de euskadi que se ve, se escucha, se huele, se toca y se saborea y además al día siguiente se vuelve a escuchar en radio popular. Show con música en directo, prosa, poesía, teatro dramatizado, audiovisuales, entrevistas, monólogos, performance… y público, mucho y buen público. ¡¡ no os lo podéis perder !!

SEGUNDA PARTE el Club de los Sentidos ENTREVISTA a ALBERTO PALOMERA



Segunda parte de la entrevista realizada por el gran Jokin González a Alberto Palomera en La Haceria (Ribera de Deusto, 43, Bilbao, en el programa EL Club DE LOS SENTIDOS, el viernes, 5 de febrero a las 20,30h. Palomera se enfundó el casco griego para hablarnos de su personaje y de la exposición actual en Photomuseum de Zarautz y mediada la entrevista cambió el casco por el sombrero y las gafas de otro de sus personajes queridos: Albër D´Arbbin; Éste nos hablo de sus nuevos proyectos entre los que se encuentra "AURA DICTA".

jueves, 4 de febrero de 2010

EL LUGAR DE NUESTROS SUEÑOS

Homenaje de Alberto Palomera a José Arcadio Buendía personaje principal de CIEN AÑOS DE SOLEDAD de Gabriel García Márquez.
Me he encontrado con este libro, que había olvidado, buscando información para un cuadro que estoy pintando, y la sorpresa ha sido mayúscula; ha sido, como descubrir a mi doble, vuelve, "de muy allá" a derramarse en mis manos, esta joya literaria. Después de muchos años, la leo diferente, la descubro, saboreo cada frase y disfruto de la música de su palabra, y sobre todo, descubro a José Arcadio Buendía el padre de la saga familiar y el fundador de Macondo. Qué curioso, cuánto se parece a mi personaje de Albër D´Arbbin; hasta ahora, no sabía que tenía un alma gemela; leo y me veo transportado a ese mágico mundo como nunca antes, tiene la patina de los buenos recuerdos en mi aldea infantil y también de las cosas extraordinarias que transitamos, ahora que sabemos leer (algunos), comprender y degustar; como un buen vino. ¡¡ Salud !!



Este es el homenaje de Palomera a un gran hombre, a una historia irrepetible, un hito en el lenguaje escrito; A la magia, del enorme retablo que es, la novela “Cien años de soledad” (1967) de Gabriel García Márquez, conmovedora, de lectura diaria, donde se narra la maravillosa historia de una familia peculiar y las asombrosas aventuras de José Arcadio Buendía, un hombre despierto, generoso, que ensalza uno de los valores que estamos perdiendo, y es, nada menos que la capacidad que tenemos de observar y experimentar. El hombre de hoy se muestra impasible frente a los acontecimientos más próximos, y no hablemos de los lejanos. José Arcadio Buendía, se ilusiona con todo; Tiene una capacidad extraordinaria para crear, y creer en lo que hace, nunca se derrota y surge cual ave Fénix con renovado entusiasmo y dispuesto a emprender una nueva experiencia y se levanta todos los días como si el mundo estuviera recién estrenado. Os invito a leer los primeros capítulos de CIEN AÑOS DE SOLEDAD, donde se narra la emoción con que vive cada experiencia; es contagiosa (al menos para mí) y no deja de tener humor, porque la vida hay que tomársela con alegría. Tenemos que aprender a ver, no basta con mirar, quizá José Arcadio Buendía nos pueda ayudar a encontrar el lugar de nuestros sueños.