jueves, 4 de febrero de 2010

EL LUGAR DE NUESTROS SUEÑOS

Homenaje de Alberto Palomera a José Arcadio Buendía personaje principal de CIEN AÑOS DE SOLEDAD de Gabriel García Márquez.
Me he encontrado con este libro, que había olvidado, buscando información para un cuadro que estoy pintando, y la sorpresa ha sido mayúscula; ha sido, como descubrir a mi doble, vuelve, "de muy allá" a derramarse en mis manos, esta joya literaria. Después de muchos años, la leo diferente, la descubro, saboreo cada frase y disfruto de la música de su palabra, y sobre todo, descubro a José Arcadio Buendía el padre de la saga familiar y el fundador de Macondo. Qué curioso, cuánto se parece a mi personaje de Albër D´Arbbin; hasta ahora, no sabía que tenía un alma gemela; leo y me veo transportado a ese mágico mundo como nunca antes, tiene la patina de los buenos recuerdos en mi aldea infantil y también de las cosas extraordinarias que transitamos, ahora que sabemos leer (algunos), comprender y degustar; como un buen vino. ¡¡ Salud !!



Este es el homenaje de Palomera a un gran hombre, a una historia irrepetible, un hito en el lenguaje escrito; A la magia, del enorme retablo que es, la novela “Cien años de soledad” (1967) de Gabriel García Márquez, conmovedora, de lectura diaria, donde se narra la maravillosa historia de una familia peculiar y las asombrosas aventuras de José Arcadio Buendía, un hombre despierto, generoso, que ensalza uno de los valores que estamos perdiendo, y es, nada menos que la capacidad que tenemos de observar y experimentar. El hombre de hoy se muestra impasible frente a los acontecimientos más próximos, y no hablemos de los lejanos. José Arcadio Buendía, se ilusiona con todo; Tiene una capacidad extraordinaria para crear, y creer en lo que hace, nunca se derrota y surge cual ave Fénix con renovado entusiasmo y dispuesto a emprender una nueva experiencia y se levanta todos los días como si el mundo estuviera recién estrenado. Os invito a leer los primeros capítulos de CIEN AÑOS DE SOLEDAD, donde se narra la emoción con que vive cada experiencia; es contagiosa (al menos para mí) y no deja de tener humor, porque la vida hay que tomársela con alegría. Tenemos que aprender a ver, no basta con mirar, quizá José Arcadio Buendía nos pueda ayudar a encontrar el lugar de nuestros sueños.

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