lunes, 21 de diciembre de 2009

LIBRO DE LAS ESTAMPAS


Siguiendo mi máxima de "que las obras de arte sean objetos encantados" he construido esta maleta portátil bajo el título de "libro de las estampas". Esta obra está basada en las urnas domiciliarias que iban de casa en casa portando buenas intenciones. Ahora se presenta en forma de maletín con dispensador, donde cada espectador puede pedir deseos o lo que quiera, introducir su dinero o sus ahorros y adquirir una pequeña obra original de Alberto Palomera, una estampa o estampita que puede venerar a su antojo. La obra es una crítica a la banalidad imperante y al poder de las imágenes. Este proyecto forma parte de la exposición colectiva en la Galería Barrenkale 24, Bilbao, hasta finales de enero

TODO EN TI ES MAR


Alberto Palomera colabora en la exposición de Tomás Ondarra con esta instalación. "Busca en el agua todas las certezas porque todo en ti es mar"
La exposición titulada "La mar de mares" permanecerá en el Aula de Cultura BBK Kultur Gela de Elcano, 20, Bilbao, hasa el 9 de enero de 2010. La instalación muestra un vídeo y siete recipientes luminosos con sal marina pigmentada en colores.

VACÍO PERFECTO

VACÍO PERFECTO
–Crítica de un cuadro inexistente- homenaje a Stanislaw Lem

Me gustaría saber quien lo pintó; tengo verdadera curiosidad por conocer al autor. A veces, es clave conocer la fisonomía del creador para desenmascarar la obra. Tengo alguna idea, pero todavía no quiero aventurar nada. El cuadro, representa el acto creativo en toda su esencia; muestra el proceso que recorre el artista desde la primera idea, hasta que decide retirar la mano. Es uno de esos cuadros que todo el mundo quiere ver, y que todos queremos tener. Al observar detenidamente la obra, vemos como el artista se demora cada vez más en terminar el cuadro, queda el rastro profundo de una huella indeleble, es una huida hacia dentro, una salida sin salir de la obra, un recreo interminable, en definitiva, un miedo, un pánico de escena que el artista posee cuando falta la decisión a la hora de finalizar. Corregir la trayectoria de un trazo, es fundamental, sobre todo, si se tuerce a la diestra de la obra; para eso, existen los “arrepentimientos”, que subyacen bajo las capas de pintura y que vemos en rayos x. Por ejemplo: un brazo que miraba hacia la derecha, el artista se arrepiente a última hora, ve el abismo que se le avecina y lo gira a la izquierda, en un acto de libertad sin límites. Sucedía lo contrario en épocas pretéritas, donde el pintor estaba privado de las libertades de expresión que hoy gozamos (a medias; la censura siempre campea en el horizonte de la creación), ese artista, tenía que ocultar sus ideas y se las arreglaba para instalar mensajes cifrados y claves en la obra, que eran ocultas para las mentes ciegas. Estos rastros son muy importantes cuando se dejan entrever en la imagen, y no se borran del todo, así emerge, como ocurre en este cuadro, el abocetado como valor, que da movimiento y demuestra que no acabar la obra, lejos de perjudicarla, la engrandece. Todos estos registros son el mapa que muestra el viaje del artista en el proceso de creación. Todo apunta a que el trazo está realizado con la extremidad zurda y con pinceles hechos a mano por el propio pintor; pinceles flexibles, de pelo muy largo, probablemente humano. Casi con toda seguridad, el artista ha utilizado técnicas orientales, ha cogido un largo pincel, similar a una caña y ha trazado con su mano siniestra, líneas quebradas, temblorosas y sinuosas que salen directamente del alma. El gesto, no es de muñeca; surge directamente del hombro izquierdo con la fuerza y el impulso del motor que insufla la vida. El cuadro habla del acto creativo y desde la creación del mundo, nos están diciendo qué tenemos que hacer, y qué cosas son las que nos convienen. Pero el hombre como ser contradictorio e imperfecto que es, le gusta lo que no se puede conseguir fácilmente. Es innato al ser, codiciar lo que no tiene y gustarle lo que tiene el otro o lo que hace la otra. Quizá sea una búsqueda insaciable de placeres, o simplemente demuestre que el hombre siempre está abierto al misterio y a emprender nuevos caminos, Para que la especie avance, tiene que existir una gran curiosidad y además debe darse la condición de aventura y no tener ningún miedo de adentrarse en senderos prohibidos para aprender desde la experiencia. Este cuadro tiene la capacidad de hacer visible lo invisible, de crear un Vacío Perfecto, pero no lo confundamos con una aproximación al vacío absoluto  10 - 5 N / m ², esto es algo más; es una extraña soledad, como la de aquel que por alguna razón, fuera capaz de ver todas las estrellas a la luz del día. Nadie le va a entender, porque se encuentra al margen, en la orilla izquierda remontando la ría, va, del fin al principio; arribar en la inmensidad de un mar común, no es el papel que tiene designado este artista, que indaga en otras realidades y nos ayuda a mirar y nos adelanta propuestas que solo serán entendidas en tiempos venideros. Parece un pintor comprometido con lo que hace, nada a contracorriente, y asciende en sentido inverso al establecido. Hacer que la obra funcione, es siempre un riesgo, riesgo que este pintor corre porque sin ventura no hay libertad. En su obsesión febril, produce un cuadro que es el resultado de una interminable suma de rectificaciones, de arrepentimientos debidos a su ansiedad compulsiva por la perfección; cree entrar en la tierra prometida, transgrede las normas y practica la mística de la lucidez y se asoma a lo real, en una reconciliación con la naturaleza que va más allá de las antinomias de la razón. Por último, me veo en la obligación de animar a las autoridades, a instalar a perpetuidad este cuadro en un museo; y me atrevo a decir que debe ser la única obra presente. Un museo con un solo cuadro, un museo vacío, un museo perfecto.

LÁGRIMAS DE DESEOS

Lágrimas de deseos
No sé si a vosotros os pasa, pero los mejores planes son los improvisados, aquellos que no se han planificado. Son los que más se disfrutan por aquello de la sorpresa y la inmediatez de la ejecución. No da tiempo a preparativos sesudos y la espontaneidad es su valor. Por otro lado, todos sabemos que planificar un viaje tiene su interés, se reúne información del lugar y poco a poco, sobre el papel se saborea la marcha que se vivirá entre calores y colas, pero, estaréis conmigo que se vive dos veces y de distinta manera. Algo parecido a cuando de chaval veía las reproducciones de los grandes cuadros y esculturas en los libros de texto y años más tarde los descubría en todo su esplendor en los museos. Se producía el pálpito del original, un estremecimiento extraño y agradable, la memoria se trasladaba a paisajes adolescentes, siempre verdes. Pero de lo que ahora quiero hablar es del “no plan” que se convierte por arte de magia en “el planazo”. El verano se presta a cosas extraordinarias y se viven días especiales, quizá por la holganza del cuerpo, se siente una simpatía natural y espontánea hacia lo desconocido y misterioso. Este verano, de la manera más (natural y espontánea) se nos ocurrió a un reducido grupo de amigos que sería buena idea citarnos en un lugar a oscuras, un descampado – que nadie piense mal- para ver en todo su esplendor “Las Lágrimas de San Lorenzo”, las Perseidas, que los que no sabemos de astronomía las llamamos “estrellas fugaces”. Era la noche del 12 de agosto y la prensa prometía un festín de lágrimas alegres. Y nosotros en nuestra querida Mundaka, elegimos un marco incomparable junto al rumor del mar y el silencio del cielo para realizar el mágico encuentro. A la luz de unas pequeñas velas puedo decir sin temor a equivocarme, que el adulto se convirtió en niño por gracia de las estrellas y el niño fue más niño que nunca. Todos queríamos ver estrellas de larga cola y los niños fueron los primeros en verlas tras las nubes (son expertos en la mirada) gritaban, yo he visto 3, yo 7, pues yo 10, todos pedíamos deseos y no se los contábamos a nadie, porque dicen, que sino no se cumplen. De pequeño me enseñaron que contar siete estrellas y pedir un deseo traía buena suerte. Es una maravilla pedir deseos que se cumplen más si se desea con intensidad y fe. Es mejor que hacer propósitos que nunca se realizan. Planes así, que no son planes sino encuentros en alguna fase y no tiene porque ser la tercera, habría que repetir en invierno, porque personas y naturaleza aún pueden estar en armonía.

EL GABINETE MÁGICO


EL GABINETE MÁGICO DE ALBËR D’ARBBIN.
A MODO DE BREVE MANUAL DE INSTRUCCIONES.

Recuerdo aun con emoción aquel primer contacto con una serie de manuscritos de un autor apenas conocido y del que tenía escasas referencias. En una de mis frecuentes excursiones por los gaazha a la búsqueda de textos y de reliquias olvidadas di con el sorprendente hallazgo. Atónito y con la respiración contenida no pude dejar de admirar aquel maravilloso descubrimiento: páginas y más páginas caligrafiadas sin un orden concreto, empapadas de conocimientos, de sueños, de intuiciones y de deseos. Me encontraba ante el auténtico legado de Albër D’Arbbin.

Parecía la obra de un loco, de un visionario, pero con el tiempo fui dándome cuenta del auténtico poder que lo hallado tenía. Poco a poco fui localizando nuevos elementos indispensables para la comprensión del críptico trabajo del misterioso autor y que completan este curioso gabinete. Albër D’Arbbin no solo ha esparcido ideas de toda índole, de Geometría, de Botánica, de Matemáticas o de Arte, sino que ha recopilado los más variopintos e insólitos artefactos, objetos exóticos de elaborada y de ambigua técnica. Como el ávido coleccionista es un indagador perpetuo, aspira a un conocimiento total, globalizante, a través de la observación de la naturaleza y de la experiencia. Admirador de olvidadas bellezas, recolector de sueños, devoto de variopintos paisajes y contador de singulares historias no dejará de registrar con increíble minuciosidad todas sus impresiones.

Desde un principio intenta contagiarnos su fascinación por aquellos artilugios creados por la Ciencia, por esas máquinas imposibles capaces de hacer visible lo invisible, de atraer opuestos o de generar sorprendentemente criterios estéticos. Ante tanta sofisticación y especialización de la Técnica prefiere desvincularlas de sus cualidades originales para reformularlas y dotarlas de cualidades auráticas. Máquinas en definitiva de funcionamiento simbólico, transformadoras de conocimientos y purificadoras de sentimientos creadas por la mano de aquel que conoce los secretos de la Física o de la Dinámica. Mecanismos híbridos que nos sugieren acoplamientos metafóricos, que nos evocan una física poética. Nos recomienda un “funcionamiento mágico” que deje fluir nuevas señales para celebrar el renovado acontecimiento, para provocar en el hombre un cambio vital, una especie de suerte de redención.

Albër D’Arbbin devora imágenes, libros, conceptos, leyendas o rituales y de todo ello toma notas escrupulosamente. Cuando el papel se agota pasa de forma natural a la pared. La pizarra será para él una prolongación de su de su espíritu, una partitura infinita en constante transformación. Con impulso tímbrico las cubrirá sistemáticamente de diagramas, de signos e iconos de gran valor pedagógico. Pone blanco sobre negro; la pizarra será como el vacío, la página de un libro que se empieza a llenar y que nos conecta con la vida. Desde su fondo oscuro los mensajes brillarán como estrellas en la noche. Mediante la interacción de imágenes y de textos es capaz de crear todo un proceso cognoscitivo, de reconducir la luz en la oscuridad. La imagen corrige y completa la definición de las palabras, pero no dudará tampoco en acudir a juegos lingüísticos, a acrósticos en la formulación de sus cavilaciones. Nos incita con trabajos poblados de misterios, con objetos de dualidad lingüística que desafían la lógica del espectador, y que le animan a abandonar su pasividad, ofreciéndole la posibilidad de colaborar en un juego de collage colectivo, de participar de la suerte de estos palimpsestos interminables.

Excepcionalmente disfrutaremos de toda una pléyade de impresiones sensoriales a partir de sucesos particulares que nos inducen a experimentar cambios. Entraremos en contacto con las fuerzas extraordinarias y prodigiosas de la naturaleza que nos alumbran como rasgos nuevos en el alma del mundo. Un mundo donde lo lúdico, lo mágico y lo sorprendente confluyen en perfecta armonía; un mundo donde poder recuperar la capacidad de asombro por las cosas, donde habita el niño que aun soñamos. Así, desafiando conceptos y traspasando límites invocará lo cósmico con lo terrenal, congregará a la filosofía con la ciencia, el Arte con la Vida. Aconsejo pues al visitante a armarse de paciencia, a desvestirse de prejuicios y a creer en el universo, ficticio o real, que Albër D’Arbbin en este caso nos propone. Ahí radica su verdadera fuerza.

Olius Grimm

THEWELCOME III El regreso de la maravilla

José Luis Serzo presenta tres magníficas exposiciones en Albacete. Hace coincidir en tres espacios "El regreso de la maravilla" en THEWELCOME III, con muestras donde emerge la parte vital y positiva de la vida. Todo parece estar bajo la influencia de una luz que descarga energía con sonrisa perpetua. Extraños sucesos en la Mancha, del 17 de diciembre de 2009 al 30 de enero de 2010

TODA SCIENCIA TRASCENDIENDO



"Entréme donde no supe,
y quedéme no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
Yo no supe dónde entraba,
pero cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no dire lo que sentí,
que me quede no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
... Este saber no sabiendo
es de tan alto poder
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo
toda sciencia trascendiendo.
... y si lo que queréis oir,
consiste en suma sciencia
en un subido sentir
de la divina Esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
irá siempre trascendiendo.

Coplas de San Juan de la Cruz sobre un "Éxtasis de alta contemplación"

ENCUADRES EXTRAORDINARIOS


Encuadres extraordinarios
Encuadres extraordinarios
La vuelta de vacaciones, nos sitúa frente al álbum de fotos, desaparecido. Se elaboraba con detallé. Ahora es pretérito perfecto simple. Ya no tenemos ni álbum, eso sí, las imágenes están en la pantalla del televisor extraplano como lonchas de jamón ibérico y más grande que el de mi vecino, en el portátil o el móvil que todo lo da. Vemos las fotos de calidad más que dudosa en pantallas para gafas de vista cansada, una vez y nunca más, se quedan en ese archivo digital del país de nunca jamás, pero como no podía ser de otra manera, muchas fotos, enormes cantidades de ficheros de un montón (o no tanto) de megapíxeles, un número espantoso de carpetas a las que no hacemos caso, tras un vistazo fugaz, algo así como la velocidad de la luz. Y yo me pregunto ¿Dónde está el disfrute? Esos soplos fugaces (como las estrellas) ¿son realmente brillantes? O solo sirven para satisfacer la ansiedad momentánea para después buscar el siguiente instante que no se saborea y ni siquiera se sabe si ha sucedido, para pasar al siguiente y así sucesivamente en una ansiedad perpetua, en una insatisfacción que va in crescendo a medida que buscamos lo que nos dan masticado e incluso digerido. Usted, solo abra la boca o ni eso, mire pero no vea, nos dice una voz interior. ¿Es eso lo que busca está sociedad? O será una mutación de la especie. ¿Y la calidad, dónde está? Dicen los expertos que nos quieren vender la “vespa” que hay mucha calidad y se trabaja por ella. Yo, veo un retroceso en todo, eso sí, envuelto en papel de regalo. De lo que hablo, es de dedicarle el tiempo que se merece la actividad, no solo la velocidad de obturación, el diafragma, la profundidad de campo ( que algunos entenderán por irse de acampada rural o de algún pueblo con un aldeano solitario en la Euskadi profunda- que la hay-) de lo que hablo, es del papel fotográfico, del contacto con el objeto, que algunos humanoides, empiezo a pensar que están perdiendo la capacidad de “tacto” puede que sea a causa de la evolución de las especies y como decía mi amigo Darwin la selección natural debe continuar, imparable. La verdad es que nos lo ponen a huevo. Las tiendas de “a euro” donde la cinta adhesiva no pega o nunca se despega y las grandes y enormes superficies, de los “Megajardines” donde se vende felicidad con sonrisa etrusca. Lo mejor será, que Usted se dé un buen baño, ahora que todavía estamos en verano, quizá, al emerger a la superficie, refrescado, vea el paisaje fuera de la pantalla del televisor, se sorprenda un poco y pueda incluirlo en su nuevo y reluciente álbum.